La Creatividad

¿Qué es la creatividad? ¿Cómo nace? ¿Cómo se gesta? ¿Para qué sirve? Son todas preguntas que aparecen en momentos de crisis, sobre todo en las organizaciones de hoy. En lo que globalmente está ocurriendo y mutando las formas de organizarnos y congregarnos a trabajar. Sin embargo, es allí mismo donde la creatividad aparece, es un instinto, no es exclusiva solo a nuestra especie, porque la creatividad es sobre vivencia en un mundo “continuo y cambiante” en donde la ley es el cambio, más que la estabilidad. Vivimos en la ilusión de que nuestras rutinas son estables, sin embargo, ningún día es igual al otro, aunque trates de recrearlo. Y esa rutina nos rigidiza, nos moldea y nos dicta nuestro vivir colectivo. 

¿Cómo funciona la creatividad?

El cerebro absorbe todo desde el momento que nacemos con la habilidad de explorar el nicho que nos rodea, y ese aprendizaje es fundamental para crear la piscina de experiencias que vamos acumulando en nuestro diario vivir. La cognición y la emoción van juntas, son inseparables, tal como lo indicó Isabel Behncke, primatóloga chilena, que estudia el comportamiento social dijo “las memorias son más fuertes, cuando sientes más fuerte”.

A esta piscina de recuerdos, sensaciones y vivencias recurrimos todos los días, inclusive en los sueños para ordenar y guardar todas las sensaciones más fuertes y aquello que nos marcó o consideramos emocionalmente importante. Mientras más fuerte es la emoción, más se registra en nuestro cerebro. Las emociones son las responsables de nuestra memoria. Por eso lo que nos hace sentido, viene desde las emociones que hemos vivido y solo aprendemos lo que nos causa alguna emoción, el cerebro es selectivo y nos reafirma de acuerdo a esas memorias, las que fundamos entonces nuestras creencias (creo-crear). 

Ingredientes de la Creatividad

Las Emociones.

La primera emoción en la que la creatividad se activa es la curiosidad, que se apoya en el interés o deseo, que hace que nos concentremos en nuestro hacer. Cuando algo nos interesa aprendemos solos, buscamos las formas de aprender. O si estamos en el juego, en ese estado que no solo nos divierte, pero nos ayuda a concentrarnos en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean, estando en el aquí y el ahora.

La Diversidad en los Equipos

Todos percibimos el mundo de distintas formas. Somos seres únicos, a pesar de que nos une el nicho en el que vivimos. Necesitamos de los demás no solo para conocer nuestro entorno sino porque co-construimos en comunidad todo lo que nos rodea. Mientras más diversos somos nuevas combinaciones y aprendizajes y formas de hacer las cosas observamos. Hay un dicho japonés que dice “el equipo es más que la suma de sus miembros”.

La Confianza

No se puede crear si tienes miedo de equivocarte, por lo que sí existe la confianza para sentirte libre de crear, sin ser juzgado, esto permite el sentido de la libertad. Es necesario poder co crear espacios relacionales de confianza para poder desplegar nuestras ideas. Si estamos en la competencia o enfocados en los resultados difícilmente podremos trabajar juntos hacia un proyecto común.

Espacios de Calma

La tranquilidad, la CALMA y el no estar angustiado por un resultado potencia la creatividad porque permite mejorar la concentración. Cuando uno se estresa o tiene miedo, se bloquea el acceso a la memoria, a esa piscina que es a la cual recurrimos para crear, por ende, dejamos de tener un buen desempeño laboral. Es por eso que tenemos que generar emociones que potencian las habilidades y talentos.

RE-SET

Casas, edificios, autos, bicicletas…todo lo que nos rodea apareció de una idea, y se convirtió en una forma de vivir que adoptamos y acoplamos a nuestra cotidianidad. Sin embargo, toda idea puede realizarse de distintas maneras. Y de una idea nacen otras, ¡las ideas son recursivas! no existe lo original, porque al recurrir a nuestras vivencias guardadas en nuestro cerebro solo conectamos y damos forma a lo que nuestra imaginación nos ha entregado.

Es por eso que la infancia es fundamental para nuestra existencia, el imaginativo de las múltiples posibilidades que existen solo en ese mundo son infinitas, y se van acortando a medida que aprendemos solo “una forma de hacer las cosas”. Tomemos caminos distintos, desafiemos a cambiar hábitos, a juntarnos con gente distinta a uno, no solo con aquellos que son afines con nuestros gustos.

¿Te imaginas sí?

La imaginación es una característica solo de nuestra especie. Y seguramente nace cuando nace el lenguaje hace más de 30.000 años atrás. Es ahí adentro donde no hay fronteras y existe la libertad de gestar ideas en la reflexión tanto con uno mismo como con otros. En la niñez, el niño explora ampliando el mundo con sus amigos, y van descubriendo acompañados, pero también tienen su tiempo de soliloquio en el que imaginan lo imposible. Por eso hay una etapa encantadora de los niños, cuando hacen la pregunta ¿te imaginas sÍ…?

Por ejemplo, cuando era niña una amiga me decía: te imaginas que tu pelo sea como unos tallarines y cuando lo cortas tienes que ponerle parche curita…No dejemos de cuestionarnos.